El lado más perverso de Mauricio Paredes

El autor infantil más leído por los niños chilenos sorprende con su último libro Perverso. Una experiencia plagada de miedos, pesadillas y crecimiento. El cambio, cómo fue escribir el libro y su paso a la adultez literaria.
Por Mariana Valenzuela S.

El 16 de noviembre Mauricio Paredes, con más de 30 años a su haber, pasará finalmente a la etapa de la adultez. Aquella donde las cosas son más serias y a veces más terribles. Dejará por un tiempo la niñez que lo ha hecho famoso ante los niños chilenos y a su exitosa Familia Guácatela. Mauricio estrenará ese día su primera novela adulta adolescente en el marco de la 28° Feria del Libro de Santiago donde espera que su público, ahora un poco más crecido, se abra a un mundo de emociones más fuertes.

-¿Cómo fue el cambio de escribir para niños a adultos adolescentes?
-Fue muy interesante porque yo, desde un principio, siempre pensé en escribir dando lo mismo la edad. Yo nunca me definí solamente como autor de literatura infantil. Sentí que me acomodaba mucho por la intensidad de las emociones y eso está muy reflejado en el libro nuevo porque a pesar de que no es un libro infantil si están muy marcados los sentimientos humanos; la potencia de las emociones están muy presentes. En este sentido hay una relación entre el libro nuevo y la literatura infantil.

-¿Es un libro fuerte?
-Es totalmente humano y tan fuerte como lo humano puede ser. Hay un tratamiento acerca del miedo y la relación que puede tener éste con el mal. Sí es fuerte pero no es que haya escenas horrorosas. No es un libro asqueroso, sino que es fuerte en cuanto al contenido. Te lleva a hacerte preguntas. Son muchas más las preguntas que quedan dando vueltas – que fue mi intención- que respuestas que yo dé. Mi idea general con el libro es que el lector, después de haberlo leído, se haga preguntas. Cosas que hay que preguntarse al menos una vez en la vida como por ejemplo si soy una buena persona o no. Algo tan simple y tan importante como eso. Obviamente todos queremos ser buenas personas pero ¿soy una buena persona? ¿en verdad las acciones que realizo van en concordancia con esa buena intención? y es una pregunta muy sencilla, pero muy difícil de contestar.

-¿Quieres quedarte escribiendo para esta edad o quieres seguir escribiendo libros infantiles?
-Una de las cosas que yo tengo totalmente clara es que quiero escribir literatura infantil toda mi vida. Me encanta. En el ámbito infantil la emociones presentes en los niñitos, las primigenias, son muy potentes y es bonito trabajar con ellas. Hasta ahora yo había trabajado mucho en torno al humor y está esta otra emoción: el miedo. Una emoción muy importante y muy intensa. Yo lo pasé muy bien escribiendo Perverso, literariamente, pero también lo pasé muy mal, tuve pesadillas… Lo que quedo escrito no es tan fuerte como lo que yo imagine.

-¿Para qué edad en adelante recomendarías tu libro?
-Si fuéramos el comité de televisión o de cine (risas), creo que es un libro para mayores de catorce. No hay nada particularmente escabroso, pero sí hay que tener un poco de discernimiento. Es un libro que tiene una temática de adulto. Una persona mayor de catorce sí puede tener el discernimiento para verse enfrentado a estos conflictos que Aníbal y Úrsula se viven, cosas muy atroces. El libro quiere mostrar el riesgo que existe de transformarse de bueno a malo, pero no de un día para otro. Es muy sutil. Perverso muestra las situaciones en las que nos hacemos buenos o malos por omisión, en el dejar de hacer o mirar para el lado. Si yo veo una injusticia me quedo callado y eso te va alejando de la rectitud de alma.