31 de agosto de 2007

PARO CUT


Paro nacional de la Central Unitaria de Trabajadores:
CUT hace recuento
positivo, pero gobierno
le baja el perfil

Pancartas, sindicalistas, guanacos y zorrillos atestaron 4 puntos de la capital en el marco de lo que fue el paro nacional organizado por la Central Unitaria de Trabajadores. Cinco mil manifestantes, 670 detenidos y 50 heridos fue el resultado final de la larga jornada de manifestaciones que no sólo experimentó la capital, sino también a varias regiones del país.
Por Mariana Valenzuela

A partir de las siete de la mañana de ayer se comenzó a observar, en distintos puntos de la capital, lo que sería la tónica para el resto del día: protestas, manifestaciones y el accionar de la fuerza pública. “Chile no será lo mismo después de hoy”, fue el alentador augurio que profesó el presidente de la
Central Unitaria de Trabajadores, Arturo Martínez, cuando dio inicio al paro nacional convocado para este miércoles 29 de agosto recién pasado. Su objetivo: reunir a 200 mil personas para protestar contra el sistema neoliberal del gobierno.
Las demandas de la Central iban enfocadas a una reforma salarial, aplicación de políticas públicas más sociales, a una reforma provisional y a un seguro de cesantía. A raíz de éstas, Martínez hizo un llamado a los ciudadanos del país a manifestar su adhesión al paro con acciones que significaran un rechazo moral a los lugares y empresas en que se violaban los derechos de los trabajadores.
La CUT llamó a los santiaguinos a juntarse en distintos sectores de la capital a las diez de la mañana. Estación Central, Estación Mapocho, Plaza Italia y San Diego con Av. Matta fueron los puntos elegidos como lugar de partida, para luego dirigirse a la Moneda alrededor de la una de la tarde.
La jornada congregó a un total de 5000 personas en Santiago y otros tantos en regiones. Las ciudades que presentaron las mayores manifestaciones a lo largo del país fueron Iquique, Rancagua y Concepción.
Como parte de las protestas se esperaban atrasos colectivos al trabajo, cuchareos y viandazos a la hora de la colación, asambleas para dar a conocer las demandas, actos en los centros comerciales, lienzos y pancartas en calles y carreteras y tempranas retiradas de los lugares de trabajo.
A pesar de que la manifestación por la Alameda no estaba autorizada por el Gobierno ni por la Intendencia, los dirigentes, políticos y trabajadores de distintos rubros decidieron igualmente intentar llegar al Palacio de Gobierno.
Uno de los primeros incidentes se detectó cuando todavía faltaban cinco minutos para las siete de la mañana en el paradero 12 de la Av. Pajaritos, cuando un grupo de colectiveros detuvo el tránsito por aproximadamente una hora al instalar los vehículos en medio de la calle.
Los mayores problemas se iniciaron en Plaza Italia a las 11 horas con diez minutos cuando carabineros en los carros lanza aguas comenzaron a disgregar la marcha pacifica que se había convocado en el lugar. Lo anterior provocó que la Alameda cortara su tráfico vehicular por ambos lados impidiendo el paso tanto de los buses como de autos particulares.
Trabajadores y estudiantes unieron fuerzas nuevamente, pues tanto secundarios como universitarios adhirieron al paro y se unieron a los grupos de manifestantes de Plaza Italia y de Estación Mapocho. Así, La
Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH), acompañó al grupo dirigido por María Rozas, vicepresidenta de la CUT, en el sector de la antigua estación de trenes.

La mirada del Gobierno
El Ministro de Transportes, René Cortazar, señaló que durante el día, el transporte se desarrollaría con total normalidad y que saldrían a la calle todos los buses que tuvieran que hacerlo. A pesar de lo anterior, ya desde el comienzo de la jornada se sabía que el flujo de micros disminuiría durante el día, por lo que muchos empleadores optaron por permitir a sus trabajadores retirarse más temprano hacia sus casas. El comercio, al igual que muchas universidades y oficinas cerró sus puertas antes de lo normal. El Metro, por su parte, cambió el horario punta de sus servicios de las 6:30 a las 4:30 de la tarde, según confirmó Jaime Adarme, Gerente de Operaciones de
Metro S.A.
"En democracia y en mi Gobierno los trabajadores podrán siempre expresar pacíficamente sus demandas y defender sus derechos”, fueron las palabras de la presidenta Bachelet en la mañana, respecto a lo ocurrido durante la jornada. Sin embargo, recalcó que todo tiene un límite y que siempre debe estar el diálogo antes que la violencia.
Así mismo, en el balance oficial del gobierno a las 12:20 de la tarde, el Secretario del Interior, Felipe Harboe, dijo que la ciudadanía tenía derecho a manifestarse, pero que igual derecho tenía el resto de la gente de “concurrir en tranquilidad y paz a sus lugares de trabajo”. Señaló además, que no era posible aceptar el corte de la Alameda debido a las manifestaciones.

"Fue una jornada limpia"
A la hora de dar un recuento sobre la jornada, el presidente de la CUT fue bastante positivo: "Fue una jornada limpia de nuestra parte. Hoy no pueden decir que vieron un encapuchado, un joven o un trabajador tirando una piedra. La gente se movilizó con sus pancartas, sus banderas y sus consignas", aclaró con puño alzado en la sede de la CUT.
Durante la noche del miércoles se pudieron observar diversos incidentes en la capital en los que predominó la quema de neumáticos y cortes de tránsito. El sector de Lo Hermida, en Peñalolen y la Villa Francia fueron los lugares más afectados. Un total de 670 detenidos a lo largo del país, de los cuales 658 son de la región Metropolitana, fue la cifra final dada por carabineros hoy en la mañana, después de experimentar los disturbios provocados por estos manifestantes rezagados.
El área política también hizo escuchar su voz: “El gran ausente de esta manifestación fue la derecha”, manifestó hoy por la mañana el Senador Alejandro Navarro, refiriéndose a la falta de apoyo y compromiso que tuvieron los partidos de la Alianza con el paro convocado por la CUT. Sin embargo, Sebastián Piñera, declaró al respecto: “El paro de ayer no aportó en nada”. Además, el presidente de la
UDI, Hernán Larraín, manifestó fuertemente que el PS le había dado la espalda a la presidenta al apoyar un paro nacional que va en contra de lo que el gobierno espera del país.
Paradójicamente a toda esta jornada, ayer durante el día se aprobó en el Congreso la nueva ley de reforma provisional y se dio a conocer el nuevo índice de desempleo que bajó a un 7%. Estos temas, incluidos entre las demandas de la CUT, fueron la otra noticia del día que hizo perder peso al paro convocado con tanta anterioridad por la agrupación de trabajadores.


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